jueves, 15 de noviembre de 2012
Dadaismo
El más radical y agresivo de los -istmos de principios de siglo nació en Zürich (Suiza) obra de
Tristan Tzara. Fue una vanguardia anarquista que se mostró rotundamente en contra de
cualquier norma social, moral o estética. Contundente, destructor y provocador, basado en lo
absurdo, lo elemental, lo casual y lo azaroso (la misma palabra dadá que designó el movimiento
se escogió de modo arbitrario en un diccionario). Su objetivo principal era cuestionar unos
criterios artísticos fuertemente afianzados y aceptados en la época. El ejemplo máximo de Dadá
fue el artista francés Marcel Duchamp que, a través de los denominados ready-mades (objetos
industriales sin valor, elevados a la categoría de obra de arte por el simple hecho de exponerlos
en un museo bajo una firma y una fecha) trató de ridiculizar la veneración pasiva y poco crítica
del público burgués. Gracias al movimiento dadaísta, el Arte abrió sus fronteras y aceptó
otros modos de expresión artística, lo que fue su mayor aportación
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